En Avenida Guadalupe, como antes en Avenida México, Colonia Americana y más calles de la zona metropolitana, un día amanecieron con una ciclopista instalada, o pintada, en ambos sentidos, recuerdo que en Avenida México pasaron varias semanas o meses para que vieras a algún ciclista, pero ya la avenida tiene 2 carriles menos.
En Avenida Guadalupe esto es muy reciente, cancelaron en una vía de mucho tráfico 2 carriles y los convirtieron en ciclovías, ahora la cuarentena no muestra lo que esto va a provocar, por que las escuelas de las zona estan cerradas y muchos negocios igual, pero esta historia la recordaran cuando esto pase y regresemos a nuestra vida cotidiana, para los vecinos, negocios y escuelas la pesadilla estara instaurada, regulada y será dificilmente retractable.
Las horas pico se ampliará, el tráfico se volverá caótico (ya de por sí lo era a ciertas horas) y sin hablar de la enorme contaminación que provocan los vehículos que permanecen más tiempo encendidos por los retrasos del tráfico, los comercios venderan menos por que los consumidores evitarán el área, y así se irá todo en un efecto dominó.
Ojo, no digo que no se hagan ciclovías, sino que estas sean correctamente planeadas, para que sean eficaces y no representen deterioro en la calidad de vida de los vecinos y la vida comercial de la zona.
¿Pero por qué llegamos a este punto? ¿Qué no se podría evitar? ¿Qué pasa con el sentido común? Bueno la respuesta es fácil y difícil a la vez, mientras que los funcionarios que los plantean no tengan la capacidad o tengan una tendencia muy obvia, los resultados serán siempre tendientes a lo fallido, es el caso de Zapopan, donde un filósofo es el director de movilidad y transporte encargado de estos proyectos, y quien fuera parte de varias agrupaciones que buscan ciudades libres de autos, lo cual es muy loable, pero ¿un filósofo nos podrá dar datos técnicos sobre la huella de carbono que provoca la saturación de las vialidades? Creo que no, siempre lanzan copias de programas de otras ciudades y estudios muy cuestionables por ser de países, culturas, economías diversas a la propia.
El mencionado burócrata filósofo, también es el responsable de quitar un carril por el cual podían tomar y dejar pasaje en Avenida Patria y Pablo Neruda (frente a la UAG) poniendo un peligroso camellon que provocó más de algún accidente y varios sustos.
Gobernar no es para ocurrencias, si se necesita alguna obra busca la eficiencia sin afectaciones, si vas a nombrar un funcionario que sea capaz en el ramo de su encomienda y que deje sus fobias y filias en pos de una mejor gobernaza, señores funcionarios escuchen a sus gobernados, no busquen adoctrinarlos, primero siéntense y cuéntenles sus planes, cedan cuando sea necesario, y convenzan, malo es imponer, malo es ignorar al ciudadano, y peor es gobernar con ocurrencias.
Las ciudades cuya orografía permitan vías de bicicletas eficientes que no afecten el correcto flujo del transporte hay que hacerlas e impulsarlas, donde no apostemos por transporte público eficiente y no contaminante, hay muchas deudas y muchas acciones que debe de justificar este y otros personajes de gobernar con la afición en la mano