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Opinión

Septiembre mes patrio ¿algo qué festejar?

Por Juan Carlos Hernández A.

Un hombre llamado Agustín de Iturbide, en la postrimería de su muerte lanzo este reto: mexicanos ya os he enseñado la manera de ser libres, a vosotros toca la forma de ser felices.

La situación actual en el país que ya todos sabemos cómo se encuentra, por demás irreconciliable, por desgracia, con el ciudadano de a pie, porque éste es el primer afectado, en su economía, estabilidad laboral, seguridad pública y privada y, una larga lista de necesidades que resultaría ociosa recordar.

Que los héroes y heroínas, que nos dieron patria hicieron lo propio-entre una peripecia y otra- para darle prosperidad política y social a México sí y que bueno. Que los siguientes gobiernos emanados después de la refriega, estabilizaron políticamente al país sí y que bien, ahora que, después de casi 2 siglos-La consumación de la independencia mexicana se realizó, cuando el Ejército de las Tres Garantías o Trigarante, hizo su entrada a la ciudad de México, el 27 de septiembre de 1821*- que nos dieron independencia y libertad de la corona Española ¿cómo se encuentra México?

No se encuentra ciertamente prospero, fuerte y entero, no y ahora menos, que nos aqueja la crisis…la que usted quiera o padezca porque ya no es solo de salud. Entonces de qué nos ufanamos los mexicanos, cuando en nuestro más cercano entorno nos tratamos como extraños, nos dividimos solos por múltiples motivos: ideológicos, políticos, religiosos, de clase, condición social y los que usted mande y guste.

Somos parecidos a los cangrejos dentro de un bote, nos jalamos unos a otros para evitar sobresalir, prosperar, aún no entendemos que unir fortalezas será mejor para lograr un bien común. No entendemos que la división crea más incertidumbre en todo sentido.

Rememorar este mes patrio, es acordarnos de la historia de este país no patriótico y que se ha hecho con la intervención entre liberales y conservadores-todavía- ante ello será bueno recapitular en preguntarnos en qué ha beneficiado para el progreso, otra vez del ciudadano de a pie. Cómo esperar que, avivando la división entre unos y otros ciudadanos, pensemos que se va dar la bienaventurada y reconciliada paz social que sería el ancla de partida para descubrir el impulso de otro país.

Nada que festejar, sino más bien reflexionar en dónde estamos parados y debido a qué factores, pensar qué estamos aportando para ayudar al perfeccionamiento de nuestro más cercano entorno, qué proponemos, qué mejoramos, para qué y a dónde vamos. Poco sirve echar gritos y vítores, arengas y rechiflas, sombrerazos y bailongo, cuando hoy día lo que más tiene este país es pobreza, no solo material, también intelectual, educativa, desigualdad en todo, y de plano pocas áreas de oportunidad, revise usted las cifras microeconómicas y macroeconómicas. No hay para dónde hacernos. Tiempo de tocar fondo, dicen unos y otros no lo sostienen, cuando ni para comer un alimento al día tendrán… cuál fondo. También cuál patria, cual sentido de festejo. Sin embargo y con todo y ese negro panorama estamos de pie, pobres y ricos, empresarios y trabajadores, escuelas e instituciones, para hacer lo que se deba en bien de este manoseado México.

Somos y por mucho, más los que queremos reconstruir una prospera patria, los que levantamos la mano para decir presente en el día a día. No cavilemos, no desesperemos, que no hay mal que dure cien años, no desperdiciemos la independencia de que gozamos.

Por cierto: Iturbide tardaría años en ser reconocido como padre de la patria; en 1838 bajo la presidencia de Anastasio Bustamante, sus restos fueron inhumados con honores en la capilla de San Felipe de Jesús de la catedral capitalina. Esto dice la historia, no lo digo yo, aunque se lo comparto. Ya somos libres, busquemos ser felices.

*http://www.archivohistorico2010.sedena.gob.mx/consumacion-de-la-independencia

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Opinión

CONSTRUIR JUSTICIA CON CONVICCIÓN Y COMPROMISO

Por Juan Carlos Hernández Ascencio

La buena vida humana es buena vida entre seres humanos o de lo contrario puede que sea vida, pero no será ni buena ni humana.

Fernando Savater, escritor, filosofo, ensayista y novelista.

En México las leyes son perfectas en señalar los temas diferentes de la estructura de los tres poderes del Estado: Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Así hemos operado legalmente y hay trascendencia en la seguridad de contar con la certeza, aún de hacer valer la ley a cabalidad en cada momento y en cada ciclo de la historia por la que ha atravesado México.

En el presente está en la boca de muchos el tema de la aprobación  de la reforma Judicial por el Senado de la República. Estamos ante una disyuntiva de aplicación del Estado de derecho a través de la praxis del ejercicio democrático en la máxima tribuna del Senado. Usted sabe el resultado, ultimo dado en la llamada reforma al poder judicial.

Quisiera escribir palabras hermosas y románticas de lo bien que le estuviera prosperando el país en la economía, inversión, producción, educación, salud pública, seguridad y demás, pero precisamente no es factible hacerlo, derivado de los acontecimientos próximos pasados que han asolado tenemos pues que exponer  y no lo escribo con afán de ridiculizar o siquiera exhibir a nadie, la fallida, la innegable y la indiscutible  errática forma de establecer y defender y hacer cumplir el Estado de Derecho según lo describe la carta magna de nuestro país.

Dejar hacer y dejar pasar, a quien sea por encima de la constitución; ¿esto es posible? Usted tiene la respuesta desolación de lo que mucho mexicanos reclaman un país con estabilidad social, lejos estamos de lograrlo. Las condiciones no están dadas, como para echarse para atrás en ningún sentido; debe imperar el Estado y el Derecho, sea como sea hay una norma que cumplir, y no lo contrario, nos orillamos a pensar que las circunstancias cambian, si eso puede ser, pero el qué y el cómo hacer cumplir la ley suponemos no debería cambiar ni en un ápice.

La construcción de la paz en este país ha costado mucho, en los últimos 200 años, entre unos y otros, entre liberales y conservadores, ricos y pobres, buenos y malos, como usted lo prefiera han peleado por ello, y a pesar de ello, parece que nos enfocamos a no tener sinergias, unión, o quiera usted cualquier otro pretexto para no fincar la voluntad para evitar la división, esta que a veces es provocada por externalidades y a veces por pelea propia.

Sin duda que este país necesita lo que proponía Don Porfirio Díaz: paz, orden y progreso, en ese orden, sin los cuales será difícil lograr los objetivos de gobernanza, o siquiera gobernabilidad, pues suponemos que se debe aprender de los errores para no regresar a ellos y aquí entra el tema de construir la paz, en buscar la justicia con la amplia convicción de hacerla llegar sin menoscabo de filias ni fobias, en la inteligencia de crear un compromiso de aplicar el justo medio: ni más ni menos. Tiempos vienen que no sabemos su alcance y su trascendencia. Solo esperemos que sean mejores que los próximos pasados. Otra vez que no llegue el rumor de la discordia.

*El autor es Maestro en Gestión Social y Políticas Públicas

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Opinión

LA CALIFICACIÓN FINAL

Por Juan Carlos Hernández Ascencio

Todo lo que existe es evaluado y bajo esa premisa se considera que todo lo real es medible, auditado, revisado con el afán de obtener métricas, estadísticas y resultados sobre el objeto que se desee revisar, y sobre todo de mantener el control, hacer los cambios pertinentes para mejora del procedimiento sea cual sea y así seguir avanzando.

Así entonces la evaluación es noble pues ayuda a resolver y medir problemas que se presentan ante los diversos grupos de trabajo, de personas y por supuesto de instituciones todas públicas o empresas privadas. Todo es medible o sí, y por ende calificado. Ante tal panorama nos encontramos en el cierre de año 2024 previo a escasos 4 meses para así terminar el ciclo en varios temas: seguridad, economía, empleo, educación, salud pública y póngale usted los mas que desee.

Con la premisa de que el uso del poder es para engrandecer a quienes se sirve, y no a quien lo poseeentendemos entonces que los años de gobierno en cualquier país del mundo se aprecian en aquellasacciones en beneficio de los gobernados que, se supone eligen por las vías democráticas reales, a quienes desean les gobierne y administre de los servicios que ampara la norma y reglamentación para tal efecto.

La resiliencia, se debe conservar a pesar de las amenazas que desestabilizan un dia y otro tambiéna la sociedad conformada y organizada dentro de un estado de derecho, que en el mundo generalmente existe para defender los intereses de la ciudadanía y que ésta aspira a que así sea.

Entonces la pregunta es ¿cómo darle más fuerza a la participación ciudadana para que esté al tanto de su gobierno en turno? Max Weber dice en el concepto de burocracia que proporcionó un marco sistemático para organizar y gestionar las instituciones gubernamentales. Al enfatizar la importancia de reglas claras y un sistema basado en el mérito, pretendía mejorar la eficiencia, la rendición de cuentas y la transparencia en la administración pública” así es como podremos comprender el quehacer y la obligación de los gobiernos sobre su responsabilidad hacia el cumplimiento de cumplir a cabalidad con lo que las leyes al tema les dicta hacer.

Por otra parte todo gobierno centra su función en atender las demandas de las necesidades de la ciudadanía, por ello hay un plan de trabajo y suponemos que es acorde a los requerimientos que hay en cada nivel y en cada dependencia de la administración publica para buscar el bien común, sin embargo no todo lo que se estima necesario hacer se ejecuta debido a las llamadas externalidades que no dependen de la voluntad de ese gobierno sino de afuera, de otras circunstancias, de la acción global, que impiden ejercer en sus totalidad lo planeado.

Luego entonces viene la contextualización de presumir los objetivos trazados y de justificar lo que si y lo que no se realizó. No por ello es pretexto para no hacerlo, usted ya ha de saber qué funciona y que no.  Solo infórmese del acontecer que, en políticas públicas se hace y que se deja de hacer y claro en detrimento de su propio desarrollo familiar, laboral y profesional, pues cada acción no debidamente realizada ha de impactar al individuo, sin que se tenga participación de los resultados, sobre todo de los malos resultados, muchos de ellos que afectan el bolsillo, la paz y la prosperidad en todo sentido. Estemos atentos ya viene el cierre de año, vendrá con ello una calificación final, con usted, sin usted y a pesar de usted. ¡Hágale pues!.

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Opinión

VERDAD Y REALIDAD

Por Juan Carlos Hernández Ascencio

Hoy dia habitamos en un mundo turbulento, intenso e incluso caótico, pocos pueden afirmar las cosas que pasaran dentro de algunos años, por eso es necesario el apego en busca de la verdad, apegada de manera inseparable a la realidad y ello debemos entenderlo en su propia definición de que “es lo que es” y no otra interpretación o contradicción. No hay más.

La condición humana viene con la naturaleza en busca de la verdad, unos para descubrir y estar en paz, otros para tratar de ser felices, unos más para entender la vida en las vicisitudes y que son variadas en cada persona, según su condición, su fe, su estatus, pero sobre todo su disposición al deseo de contar con la verdad dentro de su propia realidad. No romper con la causa de buscar la verdad, no claudicar día a día en ser solícitos en la felicidad de cada uno dentro de su realidad; tampoco ser omisos ante el error y la mentira propia y de otros, corregir al que no sabe, es una bienaventuranza, la pregunta es ¿cuánta caridad tenemos hacia el prójimo para instruirle en las cosas buenas?

Para ser mejor es menester la formación constante, leer de lo bueno, pues somos lo que leemos y pensamos justo en ello. Investigar a las y los mejores exponentes de la filosofía como Santo Tomas, San Agustín, Aristóteles, y tantos más que los hay y nos explican ambas definiciones: verdad y realidad. Preguntarse el porqué de las cosas y los pros y contras de su realidad, eso es definir que la oportunidad que se presente será acogida con mejores elementos de decisión; no romper la armonía, ser conciliador, y respetar los roles de nuestros semejantes nos dará una mejor aceptación hacia los demás.

Cada persona tiene el concepto de la verdad a si como de su realidad en que vive, según sus propias motivaciones, ciencia y conocimiento, su idea que lo constituye, la información analizada de ello y aplica la lógica para comprender el concepto de tal o cual idea, sin falacias.

No perder la fe, no confundirnos, sino asesorarnos de ilustres conocedores de las verdades perenes que no cambian, que son consolidadas con múltiples testimonios y muchos de ellos históricos y ejemplares, que nos han dejado el camino trazado, empero no seamos cobardes en imitarles, pues hay un legado de verdaderos héroes, mártires y santos que nos dicen en su vida pasada como pensaban y como defendiendo su verdad, enfrentaron su propia realidad en ese momento. Ser aspiracionistas en pro de lo bueno y lo justo será invaluable en nuestras vidas.

En definitivo aspirar al perfeccionamiento de la búsqueda de la esencia total y única de la verdad plantados siempre en nuestra realidad es lo más importante que hagamos y seguro nos llevará al autocontrol y autoconocimiento, que pronto derivará en obras notorias y quiera Dios que, contra viento y marea del mundo al que nos enfrentamos, ya lo sabe usted, tan falso y tan “mágico” podamos hacer el bien, siempre en la idea de buscar el fin último, entonces encontremos la verdad, pues no se estudia para el conocimiento vano de la vida, sino más bien para el propio conocimiento personal, anteponiendo la rectitud de conciencia y la vida virtuosa, así pues asumamos nuestra propia realidad…¡Hágale pues!

*El autor es Master en Gestión Social y Políticas Públicas.

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