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Opinión

¿QUIÉN ES GUARDIÁN DE LAS ELECCIONES EN MEXICO?

“Muéstrame el oro de tu conocimiento y no el cobre de tu ignorancia”.

-Anónimo.

 

Por Juan Carlos Hernández A.

Maestrante en Gestión Social y Políticas Públicas

México es inigualable en muchas aristas, como he dicho antes, los mexicanos por cultura- que no por naturaleza- somos invariablemente buenos para opinar sin sustento unos más otros menos, hacer bromas y dichos, muletillas, y sobre todo con buen humor nos nace cualquier cantidad de expresiones y alegorías que citamos a diestra y siniestra y por doquier.

Es normal, en nuestra pintoresca y muy particular costumbre que hemos adoptado, heredado y aprendido desde nuestras queridas abuelas y abuelos que nos han dejado en tradicionales familias. Lo que no pareciera normal es que la investidura presidencial diga- así porque si-que se convertirá en el guardián de las elecciones, cuando se ha demostrado que no se necesitan tales figuras de guardianes ¿o si?

La organización de una elección constitucional tiene varias etapas y obvio en ella va implícita las figuras esenciales sin las cuales no podrá desarrollarse: el sistema de partidos políticos y sus candidaturas, las y los ciudadanos que participan como funcionarios de casillas, los mexicanos todas y todos que integran el listado nominal que para el 2021 se prevé conformar por 96 millones con facultad para votar.

No olvidando la muy útil participación de observadores electorales del país y de representaciones internacionales que dan fe paso a paso de cada procedimiento del proceso electoral, también el involucramiento de disímbolas organizaciones civiles no gubernamentales, así como de decenas de medios de comunicación y miles de periodistas mexicanos como extranjeros que acompañan las etapas de la compleja organización y desarrollo de una elección sea federal o estatal.

Ni que decir del INE y su estructura así como de los Organismos públicos locales, quienes si son vigilantes activos del proceso electoral. Por ello lo más sensato es pensar en que los resultados finales son y han sido legales al menos de 1991 al 2018.

Al consultar la estadística del comportamiento de resultados electorales en la página www.ine.mx
se dará cuenta amable lector, que ahí está la valiosa información del quehacer institucional y recordarle por cierto, que encuentra ahí las actas de escrutinio y cómputo distritales de los resultados de cada casilla instalada de la pasada elección de 2018, bajo la asesoría del INE y con la invaluable ayuda de las y los mexicanos quienes fungieron como funcionarios electorales.

Creer o pensar y más aún opinar, que una elección no fue clara, legal o limpia es no tener voluntad política, sentido común, es ignorar la información pública conocida por todas y todos; no se puede sencillamente hablar con ligereza cuando hay datos y estadística clara, precisa, probada y aún más comprobada.

Cuidar la elección entre todas y todos si, y eso se hace justamente en cada paso planeado y ejecutado bajo el amparo de leyes electorales aprobadas por el Congreso de la Unión, o los congresos de cada entidad federativa; los órganos electorales no hacen más que aplicar la ley y son públicas sus sesiones y resoluciones de colegiado también.
Ante ello, el respeto a las instituciones autónomas todas, púbicas y privadas debe ser el imperativo esencial para que en México se realice como desde hace 3 décadas y hasta hoy, elecciones libres de cualquier poder, ideología o grupo y persona. Para ello están las leyes para cumplirlas y hacerlas cumplir-guste o no- y por ello existe el estado de derecho y por ello México goza de libertad democrática.

Las elecciones periódicas y organizadas por instituciones conocidas y reconocidas no son más que el mecanismo principal para hacer valer la voluntad de respetar el voto de las y los mexicanos. Para salvaguardar la necesaria democracia y luego validar que, quien llegue al poder en los tres niveles de gobierno, lo haga por el método pacífico a través de las urnas.
Nadie se asuma en lo personal guardián de ninguna elección, sino la ciudadanía e instituciones que participan directamente en ella; ahora vivimos otros tiempos y no los de hace 30 años atrás. México se ha fortalecido y ha dado ejemplo de civilidad cada vez más luego de un proceso electoral fundamentado en la ley para tal fin.

Nos debe ocupar lo que se hace y no lo que se diga, ante ello hoy por hoy son las elecciones mecanismos para reglamentar lo que la Constitución Política dicta en sus artículos 41 y 134, respecto del comportamiento de las y los funcionarios públicos a que deberán sujetarse en su quehacer diario.

Asumimos que la paz pública pasa por la estabilidad política de un país y está se da con las instituciones de las y los mexicanos, el INE es un órgano electoral por excelencia, por lo que no es facultad del Ejecutivo Federal vigilar o ser guardián de la marcha de los procesos electorales. Para ello están las instituciones de Estado, exclusivas y autónomas del gobierno, que dan garantía de elecciones libres, limpias y equitativas. ¿O usted que cree?

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Opinión

CONSTRUIR JUSTICIA CON CONVICCIÓN Y COMPROMISO

Por Juan Carlos Hernández Ascencio

La buena vida humana es buena vida entre seres humanos o de lo contrario puede que sea vida, pero no será ni buena ni humana.

Fernando Savater, escritor, filosofo, ensayista y novelista.

En México las leyes son perfectas en señalar los temas diferentes de la estructura de los tres poderes del Estado: Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Así hemos operado legalmente y hay trascendencia en la seguridad de contar con la certeza, aún de hacer valer la ley a cabalidad en cada momento y en cada ciclo de la historia por la que ha atravesado México.

En el presente está en la boca de muchos el tema de la aprobación  de la reforma Judicial por el Senado de la República. Estamos ante una disyuntiva de aplicación del Estado de derecho a través de la praxis del ejercicio democrático en la máxima tribuna del Senado. Usted sabe el resultado, ultimo dado en la llamada reforma al poder judicial.

Quisiera escribir palabras hermosas y románticas de lo bien que le estuviera prosperando el país en la economía, inversión, producción, educación, salud pública, seguridad y demás, pero precisamente no es factible hacerlo, derivado de los acontecimientos próximos pasados que han asolado tenemos pues que exponer  y no lo escribo con afán de ridiculizar o siquiera exhibir a nadie, la fallida, la innegable y la indiscutible  errática forma de establecer y defender y hacer cumplir el Estado de Derecho según lo describe la carta magna de nuestro país.

Dejar hacer y dejar pasar, a quien sea por encima de la constitución; ¿esto es posible? Usted tiene la respuesta desolación de lo que mucho mexicanos reclaman un país con estabilidad social, lejos estamos de lograrlo. Las condiciones no están dadas, como para echarse para atrás en ningún sentido; debe imperar el Estado y el Derecho, sea como sea hay una norma que cumplir, y no lo contrario, nos orillamos a pensar que las circunstancias cambian, si eso puede ser, pero el qué y el cómo hacer cumplir la ley suponemos no debería cambiar ni en un ápice.

La construcción de la paz en este país ha costado mucho, en los últimos 200 años, entre unos y otros, entre liberales y conservadores, ricos y pobres, buenos y malos, como usted lo prefiera han peleado por ello, y a pesar de ello, parece que nos enfocamos a no tener sinergias, unión, o quiera usted cualquier otro pretexto para no fincar la voluntad para evitar la división, esta que a veces es provocada por externalidades y a veces por pelea propia.

Sin duda que este país necesita lo que proponía Don Porfirio Díaz: paz, orden y progreso, en ese orden, sin los cuales será difícil lograr los objetivos de gobernanza, o siquiera gobernabilidad, pues suponemos que se debe aprender de los errores para no regresar a ellos y aquí entra el tema de construir la paz, en buscar la justicia con la amplia convicción de hacerla llegar sin menoscabo de filias ni fobias, en la inteligencia de crear un compromiso de aplicar el justo medio: ni más ni menos. Tiempos vienen que no sabemos su alcance y su trascendencia. Solo esperemos que sean mejores que los próximos pasados. Otra vez que no llegue el rumor de la discordia.

*El autor es Maestro en Gestión Social y Políticas Públicas

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Opinión

LA CALIFICACIÓN FINAL

Por Juan Carlos Hernández Ascencio

Todo lo que existe es evaluado y bajo esa premisa se considera que todo lo real es medible, auditado, revisado con el afán de obtener métricas, estadísticas y resultados sobre el objeto que se desee revisar, y sobre todo de mantener el control, hacer los cambios pertinentes para mejora del procedimiento sea cual sea y así seguir avanzando.

Así entonces la evaluación es noble pues ayuda a resolver y medir problemas que se presentan ante los diversos grupos de trabajo, de personas y por supuesto de instituciones todas públicas o empresas privadas. Todo es medible o sí, y por ende calificado. Ante tal panorama nos encontramos en el cierre de año 2024 previo a escasos 4 meses para así terminar el ciclo en varios temas: seguridad, economía, empleo, educación, salud pública y póngale usted los mas que desee.

Con la premisa de que el uso del poder es para engrandecer a quienes se sirve, y no a quien lo poseeentendemos entonces que los años de gobierno en cualquier país del mundo se aprecian en aquellasacciones en beneficio de los gobernados que, se supone eligen por las vías democráticas reales, a quienes desean les gobierne y administre de los servicios que ampara la norma y reglamentación para tal efecto.

La resiliencia, se debe conservar a pesar de las amenazas que desestabilizan un dia y otro tambiéna la sociedad conformada y organizada dentro de un estado de derecho, que en el mundo generalmente existe para defender los intereses de la ciudadanía y que ésta aspira a que así sea.

Entonces la pregunta es ¿cómo darle más fuerza a la participación ciudadana para que esté al tanto de su gobierno en turno? Max Weber dice en el concepto de burocracia que proporcionó un marco sistemático para organizar y gestionar las instituciones gubernamentales. Al enfatizar la importancia de reglas claras y un sistema basado en el mérito, pretendía mejorar la eficiencia, la rendición de cuentas y la transparencia en la administración pública” así es como podremos comprender el quehacer y la obligación de los gobiernos sobre su responsabilidad hacia el cumplimiento de cumplir a cabalidad con lo que las leyes al tema les dicta hacer.

Por otra parte todo gobierno centra su función en atender las demandas de las necesidades de la ciudadanía, por ello hay un plan de trabajo y suponemos que es acorde a los requerimientos que hay en cada nivel y en cada dependencia de la administración publica para buscar el bien común, sin embargo no todo lo que se estima necesario hacer se ejecuta debido a las llamadas externalidades que no dependen de la voluntad de ese gobierno sino de afuera, de otras circunstancias, de la acción global, que impiden ejercer en sus totalidad lo planeado.

Luego entonces viene la contextualización de presumir los objetivos trazados y de justificar lo que si y lo que no se realizó. No por ello es pretexto para no hacerlo, usted ya ha de saber qué funciona y que no.  Solo infórmese del acontecer que, en políticas públicas se hace y que se deja de hacer y claro en detrimento de su propio desarrollo familiar, laboral y profesional, pues cada acción no debidamente realizada ha de impactar al individuo, sin que se tenga participación de los resultados, sobre todo de los malos resultados, muchos de ellos que afectan el bolsillo, la paz y la prosperidad en todo sentido. Estemos atentos ya viene el cierre de año, vendrá con ello una calificación final, con usted, sin usted y a pesar de usted. ¡Hágale pues!.

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Opinión

VERDAD Y REALIDAD

Por Juan Carlos Hernández Ascencio

Hoy dia habitamos en un mundo turbulento, intenso e incluso caótico, pocos pueden afirmar las cosas que pasaran dentro de algunos años, por eso es necesario el apego en busca de la verdad, apegada de manera inseparable a la realidad y ello debemos entenderlo en su propia definición de que “es lo que es” y no otra interpretación o contradicción. No hay más.

La condición humana viene con la naturaleza en busca de la verdad, unos para descubrir y estar en paz, otros para tratar de ser felices, unos más para entender la vida en las vicisitudes y que son variadas en cada persona, según su condición, su fe, su estatus, pero sobre todo su disposición al deseo de contar con la verdad dentro de su propia realidad. No romper con la causa de buscar la verdad, no claudicar día a día en ser solícitos en la felicidad de cada uno dentro de su realidad; tampoco ser omisos ante el error y la mentira propia y de otros, corregir al que no sabe, es una bienaventuranza, la pregunta es ¿cuánta caridad tenemos hacia el prójimo para instruirle en las cosas buenas?

Para ser mejor es menester la formación constante, leer de lo bueno, pues somos lo que leemos y pensamos justo en ello. Investigar a las y los mejores exponentes de la filosofía como Santo Tomas, San Agustín, Aristóteles, y tantos más que los hay y nos explican ambas definiciones: verdad y realidad. Preguntarse el porqué de las cosas y los pros y contras de su realidad, eso es definir que la oportunidad que se presente será acogida con mejores elementos de decisión; no romper la armonía, ser conciliador, y respetar los roles de nuestros semejantes nos dará una mejor aceptación hacia los demás.

Cada persona tiene el concepto de la verdad a si como de su realidad en que vive, según sus propias motivaciones, ciencia y conocimiento, su idea que lo constituye, la información analizada de ello y aplica la lógica para comprender el concepto de tal o cual idea, sin falacias.

No perder la fe, no confundirnos, sino asesorarnos de ilustres conocedores de las verdades perenes que no cambian, que son consolidadas con múltiples testimonios y muchos de ellos históricos y ejemplares, que nos han dejado el camino trazado, empero no seamos cobardes en imitarles, pues hay un legado de verdaderos héroes, mártires y santos que nos dicen en su vida pasada como pensaban y como defendiendo su verdad, enfrentaron su propia realidad en ese momento. Ser aspiracionistas en pro de lo bueno y lo justo será invaluable en nuestras vidas.

En definitivo aspirar al perfeccionamiento de la búsqueda de la esencia total y única de la verdad plantados siempre en nuestra realidad es lo más importante que hagamos y seguro nos llevará al autocontrol y autoconocimiento, que pronto derivará en obras notorias y quiera Dios que, contra viento y marea del mundo al que nos enfrentamos, ya lo sabe usted, tan falso y tan “mágico” podamos hacer el bien, siempre en la idea de buscar el fin último, entonces encontremos la verdad, pues no se estudia para el conocimiento vano de la vida, sino más bien para el propio conocimiento personal, anteponiendo la rectitud de conciencia y la vida virtuosa, así pues asumamos nuestra propia realidad…¡Hágale pues!

*El autor es Master en Gestión Social y Políticas Públicas.

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