Opinión

MORENA: SIN CONTROL NI RUMBO

ENTRE SEMANA
Por: Julio César Hernández

El sábado pasado estuvo en Guadalajara el dirigente nacional de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, y quedó evidenciado que este partido no existe en Jalisco, que son muchos Morena’s conformados por tribus en el que los “golpes bajos” están a la orden del día y en donde cada quien defiende su parcela como propia.

De entrada, sobre la visita de Ramírez Cuéllar se generó una gran confusión porque no todos los morenistas sabían de su presencia; luego, hubo a algunos a los que inicialmente se les impidió el acceso a la reunión que sostuvo con militantes, como es el caso del ex candidato a senador, Antonio Pérez Garibay; y sin duda alguna que la “cereza del pastel” fue la ausencia de quien reclama su derecho a existir como dirigente estatal del partido, Hugo Rodríguez Díaz.

Para Alfonso Ramírez Cuéllar, Rodríguez Díaz no es el delegado con funciones de presidente en Jalisco, pero éste reclama respeto y reconocimiento al cargo que le asignó la anterior dirigente, Yeidckol Polevnski, e insiste en que sólo el Tribunal Electoral puede desconocerlo como dirigente.
De ese tamaño es el “desgarriate” que existe al interior de Morena en Jalisco y que no se advierte para cuándo las aguas volverán a su cauce, no obstante que se encuentran en la antesala de su próximo Consejo Nacional Ordinario donde se darán los pasos obligados para la elección de su nueva dirigencia nacional, inicialmente prevista para el último día de agosto, a través de la aplicación de encuestas a domicilio entre la militancia.

En esta visita de Ramírez Cuéllar a Jalisco, adelantó que no habrá alianza con el PRI para los comicios de 2021; sin embargo, creo que una dirigencia temporal, designada para organizar el relevo de presidente y secretario general, difícilmente está en condiciones de prever lo que se vendrá a finales de este año y principios del próximo, en materia electoral.

Tendrá que ser la próxima dirigencia la que marque el rumbo a seguir, incluso de acuerdo a las señales que pudiera recibir desde Palacio Nacional. Yo no descartó una alianza Morena-PRI, cuando en el Congreso de la Unión, diputados y senadores, en más de una ocasión han avanzado juntos en la aprobación de iniciativas de mucho interés para el lópezobradorismo.
Morena en Jalisco, por ejemplo, no está como para creer que puede ir sólo en las elecciones del año próximo cuando López Obrador no estará en la boleta. Si aún apareciendo en ella, como en 2018, fueron mínimos sus candidatos que ganaron en las urnas, ahora el panorama se observa mucho muy complicado aquí. Por eso creo que necesitará de tejer algunas alianzas.
Así, pues, por el momento no queda mas que esperar conocer en los próximos días las consecuencias que dejó en Jalisco la visita de Ramírez Cuéllar, y observar cómo se harán aquí los preparativos con rumbo a su consejo nacional para renovar la dirigencia.

Por lo pronto, nos mantenemos con la imagen de un partido, Morena, hecho un desastre; sin control y sin rumbo.

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