6 años después…
Por: Alejandro Pineda Valenzuela
Era el año 2014, después del banderazo de arranque, un Enrique Peña Nieto y Jorge Aristóteles Sandoval, posan muy sonrientes en la que llamaron la megaobra del Sexenio Priísta en Jalisco.
Hoy año 2020, la realidad les pega a los Jaliscienses en el rostro y en el bolsillo. Con un presupuesto excedido en casi el doble a lo que se proyectó costaría la obra (ya van más de 32 mil millones de pesos), aún faltan varias etapas por terminar y lo más grave que ya presenta deterioros en algunos tramos.
Tres años tarde, en lo que sería su puesta en marcha, al fin se inaugurará el próximo sábado 12 de septiembre con más incógnitas que certezas.
Ésta obra representaría en 2017, la principal solución y desahogo en los problemas de movilidad del área metropolitana de guadalajara, al recorrer tres de los municipios pricipales en sus más de 20 kilómetros, sin embargo, la ciudad ha cambiado, seguimos creciendo, las arterias de la ciudad se han colapsado.
Se han multiplicado los espacios para bicletas en un intento por dejar la movilidad motorizada pero que no han terminado de ser una alternativa confiable para quienes tienen que recorrer largas distancias o que deben traladarse con acompañantes, en el caso de las madres y padres de familia.
No quiero sonar pesimista, pero espero que realmente impacte en la manera de transportarnos de muchos ciudadanos que debemos recorrer la ciudad para asistir a nuestros lugares de trabajo de manera rápida, segura y digna.
Sería lamentable que 53 mil millones de pesos después, no fuera más que un gran “elefante blanco” que no resolviera a fondo el problema de movilidad en la ciudad, más aún cuando deberíamos estar ya concretando la posible Línea 4 que fuera de Av. Colón en Tlaquepaque hasta Tlajomulco o la continuación de la Linea 3 desde Av. Arco del Triunfo, en Arcos de Zapopan, hasta el poblado de Tesistán, uniendo a los vecinos de Nextipac y Santa Lucía. Al tiempo.
