Por: Gaby Godinez
Este viernes 18 de manera artera asesinaron al ex Gobernador del Estado de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval, situación que genera gran impotencia por la manera tan cobarde en que se dieron los hechos, y da mucho pesar por encontrarnos en un estado y Estado de indefensión, qué podemos esperar la ciudadanía en materia de seguridad si a un ex funcionario que contaba con elementos de seguridad lo mataron mientras se encontraba en un bar, con esa aparente facilidad
Se ha hablado mucho del tema de seguridad tanto a nivel local como federal, asegurando los mandatarios que “vamos mejorando” que “el crimen organizado va perdiendo la batalla”, sin embargo son muchísimos los casos que vemos todos los días en los noticiarios, en los periódicos, situación que es terrible, y que genera miedo, ya que no se puede salir a divertirse o simplemente a visitar a la familia por la pandemia por el Covid-19 y tampoco podemos estar tranquilos de salir por el miedo de que nos maten por un asalto, por una confusión, por una bala perdida, etcétera
Jorge Aristóteles fue un hombre que luchó por sus sueños, con un gran carisma, un “rock star” que llamaba la atención, sobre todo de las mujeres que no dejaban la oportunidad en los eventos como Presidente Municipal o como Gobernador de tomarse una selfie y él siempre fue atento y podían pasar horas enteras tomándose fotos, pero nunca fue grosero con la gente, siempre tenía un momento para escucharlos y atender, en lo que estaba en sus manos, sus necesidades.
Esperemos que su muerte no quede impune, como la de miles de mexicanos que son víctimas del crimen y que las autoridades municipales, en este caso de Puerto Vallarta, tomen cartas en el asunto y no den carpetazo al tema que movió al Estado, que se convirtió en tema de conversación de propios y extraños, quienes lamentan los hechos que a nadie le deberían de ocurrir una muerte así.
Este suceso marca un antes y un después en la historia de Jalisco, y más encontrándonos en un proceso electoral, en el que debemos de salir a las urnas y no convertirnos en meros espectadores, opositados, generar cambios cada uno desde nuestras trincheras y buscar un mejor futuro para todos, para vivir el presente y cambiar con nuestras acciones el mañana.
Son muchos los recuerdos que tengo de mi amigo Aristóteles, mi corazón está muy triste, quedaron pendientes muchas pláticas, así como un prólogo que me iba a hacer, ahora no queda más que seguir adelante y luchar por los ideales que tenía, con fuerza, dedicación y empuje.
Un abrazo afectuoso a sus padres, su esposa, hijos y amigos, me uno a la pena que los embarga, pues Jalisco está de luto.