Opinión
Historia de una escasez anunciada
Alejandra Salazar
Desde hace más de 20 años la amenaza de quedarnos sin agua ha estado latente. No es un problema exclusivo de México, la escasez se avisora para todo el mundo. Una cosa que poca gente sabe es que, aunque el 97 por ciento de la superficie de nuestro planeta está cubierta por agua, sólo el 0.007 por ciento de ésta es potable, y esa cantidad se reduce año tras año debido a la contaminación. Y esto es preocupante, porque del agua depende la vida.
Contar con agua es fundamental para el desarrollo socioeconómico de las personas, para la generación y aprovechamiento de la energía, para la agricultura y por lo tanto para la alimentación, para la sustentabilidad de los ecosistemas que nos proporcionan oxígeno, clima, temperaturas adecuadas. En pocas palabras: el agua es esencial para la vida y por eso se ha considerado que el acceso a ella es un derecho humano, inalienable, y que su distribución debe darse en condiciones de igualdad.
El problema es que a medida que crece la población del mundo, de nuestro país y de nuestras ciudades, en tanto avanza el modelo económico consumista, la demanda de recursos hídricos también crece y, hay que decirlo sin cortapisas: necesitamos más agua, pero seguimos teniendo la misma o menos, porque en el uso que le damos, la desperdiciamos y la contaminamos.
De acuerdo con el Monitor de Sequía del Servicio Meteorológico Nacional, actualmente, de los 2 mil 463 municipios del país, hay mil 104 con sequía de moderada a excepcional, 590 tienen condiciones “anormalmente secas” y 769 se encuentran en condiciones normales.
Lo que está sucediendo este 2021 en la Zona Metropolitana de Guadalajara era previsible, tarde o temprano nos íbamos a quedar sin abasto o con un abasto limitado. La cosa es que el proceso se aceleró precisamente porque, en los últimos dos años, la gestión y administración de los recursos hídricos que abastecen a la Perla Tapatía fue desastrosa.
La falta de planeación, la ausencia total de políticas de ahorro y eficiencia, el abandono y un pésimo mantenimiento a la infraestructura para su distribución le cobraron a las autoridades un precio muy alto que ahora muchos están pagando: nos quedamos sin una gota para distribuir en la Presa de Calderón, que surte al 14 por ciento de la ciudad.
La prueba de este abandono es evidente: mucho antes de que se registrara el desabasto, más de un año antes de la crisis, el agua que se distribuía en muchos puntos ya era turbia, contaminada y en muchas ocasiones lodosa. ¿Por qué no se tomaron acciones antes?
Hoy las historias de vida se repiten día con día en los diferentes medios de comunicación: el centro de Tlaquepaque duró más de mes y medio sin recibir agua; el de Zapopan, hasta dos semanas; más de 300 colonias dejaron de recibir el servicio por semanas y hoy, a muy duras penas, 150 reciben un poco cada dos días.
El problema es que en muchas colonias, ni la infraestructura pública ni la privada permite el almacenamiento, dependen absolutamente del agua corriente. Hilaria Flores, en Tlaquepaque, relataba a un medio local que a su casa tiene que llevar dos o tres garrafones, porque ni tiene aljibe, ni hay presión suficiente o fuerza humana para subir el agua a su tinaco. Esta es sólo una de miles de historias que podemos encontrar.
El agua, que de por sí es un derecho, en estos momentos es mucho más importante: es la base para preservar la salud. Cuando una familia pasa dos días sin ella, sin lavarse las manos con frecuencia, sin limpiar y desinfectar las superficies que comparten por esta carencia, sin lavar correctamente sus alimentos, se exponen más a las enfermedades gastrointestinales, pero sobre todo al coronavirus.
La mala planeación del gobierno golpeó a la gente, particularmente a las familias más vulnerables, en el peor momento: cuando más se necesita del agua.
Y no hay respuestas, por supuesto que no hay respuestas. La razón es sencilla: no hay más agua de la que tenemos, punto. Pero la autoridad sí podría tomar algunas acciones para atender la urgencia.
Para comenzar, ante lo limitado del recurso, habría que garantizar equidad, porque mientras en unas colonias se riegan jardines inmensos, en otras no hay ni para lavarse las manos. El ahorro y los tandeos para que el agua llegue con más frecuencia en donde no puede ser distribuida por las tuberías, debería de hacerse con igualdad.
Para hacer esa distribución, está probado que no alcanzan las pipas con que cuenta el SIAPA, se debería de involucrar personal, pipas y vehículos de muchas otras dependencias. Además, deberían invertir en infraestructura temporal para que ahí donde no hay aljibes, depósitos o tinacos, exista algún tanque cercano y con capacidad y frecuencia de relleno suficiente.
Luego están las acciones de mediano plazo, las que estamos escuchando en las campañas. Reparar las tuberías, porque en éstas se pierde y se desperdicia casi tanta agua como la que llega a las casas. Repensar nuestro sistema de drenaje, para separar de este la captación de aguas pluviales; lo mismo dar incentivos para que en las casas se recolecte el agua de lluvia y así, aprovechar mejor ese recurso antes de que se mezcle con desechos y contaminantes.
Conseguir nuevas fuentes no será fácil, se pueden analizar nuevas presas o reactivar los proyectos que se han detenido, pero antes hay que pensar en una cultura de ahorro de largo plazo.
El gobierno, los gobiernos de todos los niveles tienen mucha tarea; pero también cada uno de nosotros, porque de seguir con nuestros hábitos de consumo, a lo mejor, nos alcanza el agua a nosotros, pero de seguro no les dejaremos ni gota a nuestros hijos.
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Opinión
CONSULTAR A LOS JOVENES, NIÑAS Y NIÑOS Y ATENDERLES
Por Juan Carlos Hernández A.
En la encrucijada de decisiones políticas se encuentra paradójicamente la institución que, por excelencia y profesionalismo en su quehacer, es el primer escalón para brindar estabilidad política a este país. Es así como ahora está la institución inmersa en estos días y hasta el último del presente mes en la organización de la Consulta Infantil y Juvenil 2024 de las y los niñas y niños de Jalisco y con la instalación de 3 mil 160 casillas en la entidad y a quienes se les pregunta sobre tres temas: espacios comunitarios seguros, cuidado medio ambiente y los animales, prevención de adicción entre niñas, niños y adolescentes.
En la actualidad el Instituto Nacional Electoral (INE),han sido parte fundamental en la vida político–electoral para la organización de elecciones, limpias, creíbles, transparentes y con total certeza, y en ello va también la consideración de promover la participación cívica de la niñes y juventud en todo el país, de los grupos etarios es de 3 a los 17 años edad, con diferentes edades de 3 a 5 años, de 6 a 9 y de 14 a 17 años, para consultarles y sabe su interés.
Luego habrá un espacio para presentar un informe cuantitativo y más aún cualitativo de resultados que tendrán como fin acercarlos a las autoridades de diversas instituciones que puedan promover en políticas publicas en beneficio de este segmento. Es menester prestar atención a las necesidades que hoy son y están en la agenda publica del país, la pertinente ocasión de preguntar en forma directa y sin intervención de un adulto es loable y plausible.
Las referencias de ejercicios históricos anteriores que fueron igual organizados en todo el país han dado frutos y se han promovido acciones incluso desde el legislativo en beneficio de los mexicanos en esta etapa de vida. Es de relevante importancia por lo tanto que sí se efectúen obras en este sentido de velar por los intereses de nuestras juventudes, niñas y niños. Además de ser considerable la población en el país. La meta es llegar al menos a quinientos mil participaciones de este segmento de Jalisco, en ello va la movilización e instrumentación de acercamiento de casillas en espacios públicos como en escuelas que atienden esa población seleccionada.
Sin duda que la paz social, ésta que tanto se extraña, que ya se ha olvidado tener y que lo deseable es recuperarla por los medios pacíficos con que contamos las y los mexicanos: elecciones libres, creíbles y periódicas con el principio de legalidad y transparencia y en ello va implícito la labor de educar y promover los valores democráticos a esta población tan importante porque son presente y futuro de las generaciones hoy y venideras sin duda, que aportaran información importante.
Apostemos a ello, México necesita de buenos ciudadanos, hagamos en la medida de las atribuciones la labor de acercar la Consulta y esperemos buen recibimiento como apertura de estos grupos etario. Que sea para bien y para todos. ¡Hágale pues!
Opinión
La Herencia de la Familia González Rodríguez: Un Laberinto de Corrupción y Poder
Amaury Sánchez
La historia de la herencia de la familia González Rodríguez se ha convertido en un verdadero culebrón que pone de manifiesto las sombras que acechan a la justicia en Jalisco.
En un escenario donde un testamento legal designa claramente a Luis Rabinal González Rodríguez comoalbacea, la irrupción de sus sobrinos con laberintos legales logran imponer a Alejandro Escoto Ratcovich, en una sucesión intestamentaria ilegal, plantea serias interrogantes sobre la integridad del sistema judicial y la influencia de intereses oscuros.
El Juez Octavo de lo Familiar, al parecer, ha decidido apoyar a un individuo que no tiene lazos familiares con los González Rodríguez, mientras que los verdaderos herederos se ven atrapados en un laberinto de maniobras legales que parecen más un juego de ajedrez que un proceso de sucesión.
La situación se complica aún más con la intervención de los hermanos González Uyeda, quienes, con sus peripecias legales, han dejado a los herederos en un estado de indefensión, lo que sugiere un alarmante nivel de fraude procesal y usurpación de funciones. Lo que se presenta como un caso legal se revela, a través de los murmullos de quienes conocen la situación, como un entramado político de altas influencias.
La colusión entre el poder judicial y ciertos grupos empresariales, representados por los sobrinos Abraham y Masayi, es un claro ejemplo de cómo los intereses económicos pueden prevalecer sobre la justicia. Estos individuos, que se presentan como defensores del «fair play» corporativo en foros como COPARMEX y CONCANACO, parecen haber olvidado los principios de ética y transparencia que predican.
La situación es aún más preocupante cuando consideramos que este caso podría ser uno de los más corruptos en la historia de Jalisco, y quizás de México. La manipulación de la ley y el uso de influencias para despojar a los legítimos herederos de su patrimonio no solo es un ataque a la familia González Rodríguez, sino un golpe a la confianza de la ciudadanía en las instituciones. Es fundamental que los ciudadanos tomen conciencia de lo que está en juego.
Este no es solo un asunto familiar; es un reflejo de cómo el poder y el dinero pueden corromper el sistema judicial y despojar a las personas de sus derechos.
La pregunta que queda en el aire es: ¿qué harán las autoridades para restaurar la justicia en este caso? ¿Se permitirá que la corrupción y la impunidad sigan reinando en Jalisco? Queridos amigos, es momento de alzar la voz y exigir transparencia y justicia.
La herencia de la familia González Rodríguez no debe ser solo un tema de interés local, sino un llamado a la acción para todos aquellos que creen en un Jalisco más justo y equitativo. ¿Qué opinan ustedes? La respuesta a esta pregunta podría ser el primer paso hacia un cambio necesario.
Opinión
ES IMPERATIVO EL ESTADO DE DERECHO
*Por Juan Carlos Hernández Ascencio.
Haciendo imperar el Estado de Derecho, una vez más los integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, mostraron sentido ético y práctico en la revisión de la llamada controversia constitucional de reforma judicial, no se esperaba otro resultado para el país. Por lo que, suponemos que en la inteligencia de esa decisión es la salvaguarda de los principios basados en la ley y solo en ello y no otro propósito.
De parte de los integrantes de la Suprema Corte,quienes justo argumentaron que los motivos de su decisión fueron sustentados conforme a derecho; pues pensar en que la constitución política se puede manipular al gusto y capricho de quien sea es un despropósito de no querer la estabilidad política y social de este país, es decir por lo tensa que esté o se pueda poner la situación, no es propicia para generar complicaciones. En la votación hecha de los once ministros que aún conforman el pleno, tres ya muy conocidos votaron en contra: Lenia Batres, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz. En sus decisiones de la temática presentada en un primer escenario.
Sin embargo, este fue el primer episodio, porque ya al entrar a el estudio profundo de la situación del tema ya no fue posible la votación en el mismo sentido y usted ya sabe el resultado final.
Hay que entender que las leyes están para cumplirlas, y para hacerse cumplir, si esto es así, solo queda hacer respetar el estado de derecho, ante ello se ha valoradola determinación conforme a los ministros que han mostrado sensibilidad también al llamado de la ciudadanía por conservar la justicia como es y como está hoy dia. Con la estructura como opera, con su carrera profesional y de especialización, que es un baluarte que ha hecho que su personal en todos los niveles puedan contar con la suficiente capacitación para desempeñar el no menos importante trabajo de impartir justicia a cabalidad.
Pese a que no quedará ahí pues hay otros “idealistas salvadores de la patria” que han anunciado la no aceptación de estas decisiones del pleno de los ministros, y harán valer, ahora sí que, por que sí, su razón política de no aceptar tal decisión, esto se va a poner más polémico de lo que se pensaba. Vaya momentos por los que atraviesa el país. Sus razones e intereses tendrán, empero lo que no debe hacerse es llevarlo a otros niveles de no diálogo y entendimiento.
Es necesario recordar la sana división de poderes yque es de relevante importancia la obligación de respetar la ley, todos; sin embargo, qué será lo que nose entiende, para sí hacerlo es el tener instituciones fincadas en la solvencia ética y profesional, que fundamente y sostengan el respeto al estado de derecho, a quién le hace mal, que México cuente con jueces, ministros, y demás personal entregados a su labor sin distinción y compromiso alguno tergiversado que no sea solo el de cumplir la ley y buscar el bien común en las decisiones tomadas conforme a esta.
Más bien que sea el tiempo de que venga la paz social ahuyentando los demonios desestabilizadores del país y generando mejor la participación de la ciudadanía en el interesante proceso de trasformación de México, pues la democracia nos necesita una y otra vez. Sea como sea y venga lo que venga no dejemos que el país se desmorone, la paz pública descansa siempre en las instituciones creadas para tal fin, el derecho intrínseco de la ciudadanía se sostiene, en la simbiosis y el buen modo de emplear la integridad y honestidad de ejercerlo sin prebendas, compromisos o arrebatos. Edifiquemos para bien, sin menoscabar lo construido hasta ahora. Otra vez que no llegue el rumor de la discordia.
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