Por Carlos Árias
Las dirigencias de los partidos políticos en medio de la presente contingencia sanitaria están obligadas a redefinir cual es la función social de estos, en el contexto en el que la humanidad se enfrentará a una nueva normalidad y los partidos deben demostrar su verdadera utilidad como parte del sistema constitucional democrático.
Los partidos políticos, tienen estructuras orgánicas con características propias y con presencia en todos los espacios de la vida pública del País, las cuales producen un efecto en el liderazgo comunitario, por lo que lo que hagan o dejen de hacer sus dirigentes, incide de manera relevante en la convivencia social.
En este sentido, los partidos políticos deben ser medios que ofrezcan alternativas de utilidad social, no solo en el proceso electoral y en la renovación de los cargos de elección popular, sino durante todo el tiempo en el que la dinámica social exija la conducción de liderazgos que busquen la realización del bien común.
La actual situación de crisis sanitaria, económica y de seguridad, el liderazgo de los dirigentes políticos será trascendente. Los ciudadanos padecemos un clima de incertidumbre, estamos preocupados por la seguridad y salud de nuestras familias y por mantener la fuente de ingresos para satisfacer las necesidades esenciales, por lo que el liderazgo colaborativo de los dirigentes partidistas pondrá a prueba su capacidad y utilidad social.
Los dirigentes partidistas estatales y municipales, deben despolitizar la crisis en la que nos encontramos, en razón de que lo que hoy necesita la comunidad es contar con políticos capaces de sumar y no dividir, proponer y no destruir, la sociedad reclama que exista unidad en el propósito, en la búsqueda de logar lo antes posible superar la crisis en la que nos encontramos, sin embargo, esta unidad no quiere decir que no exista debate o señalamientos al ejercicio del poder público, la crítica y la discrepancia forman parte de la democracia.
Es claro que los ciudadanos prefieren atender la opinión de expertos antes que la de los políticos, por lo que los ciudadanos necesitamos liderazgos colaborativos que pongan a las personas en el centro de su actividad y no la búsqueda ambiciosa del beneficio electoral para las próximas elecciones.
En suma, la crisis en la que hoy nos encontramos pone a prueba el liderazgo de los dirigentes partidistas, su capacidad de gestión y al margen de la popularidad circunstancial, hoy tienen una cita con la historia, colaborar, sumar y en unidad de propósito ser factor de utilidad social.
