Por: Xavier Marconi Montero Villanueva
Definitivamente no quisiéramos que México estuviera en las condiciones en las que se encuentra, quisiéramos que nuestro país caminara por la vía del progreso, el bienestar, la transparencia, la seguridad y el fortalecimiento de la democracia; todo en un entorno de paz, de respeto a los derechos humanos y de diálogo entre el gobierno con sus gobernados, entre los poderes públicos y entre el gobierno y las distintas fuerzas políticas.
Desafortunadamente no es así; México pasa por uno de sus peores momentos en su historia, sin proyecto definido de nación y en medio de un peligroso desencuentro entre los propios mexicanos.
El pasado 1º de Septiembre, el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, presentó a la Cámara de Diputados y a la sociedad en general, su segundo informe de Gobierno, y en el marco de este suceso, dirigió un mensaje a la nación donde puso de manifiesto que ante la falta de resultados, su opción fue seguir hablando del pasado, presumir logros que no son consecuencia de las acciones de su gobierno, plantear una realidad del país muy distinta a la que vivimos millones de mexicanos y subrayar que pese a lo mal que ha manejado el país, seguirá obstinadamente caminando en la aplicación de la mal llamada “cuarta transformación”, cuyo objetivo es desmantelar las instituciones del país, para construir un régimen totalitario donde sólo el Presidente tiene la toma de decisiones, y borrar de un plumazo a los poderes y fuerzas políticas cuya función es dar equilibrio al ejercicio del poder, y desaparecer a las instancias ciudadanas que se convierten en cualquier nación mínimamente democrática en diques de contención para los abusos cometidos desde el gobierno.
A dos años de arribar al poder, López Obrador tiene a nuestro país en una de las peores crisis económicas en su historia, con una pérdida del crecimiento económico que puede ser de entre el 4.6 al 11 por ciento, una caída del Producto Interno Bruto del 18.9 % en el último trimestre del presente año y más de 1 millón 200 mil empleos perdidos en el primer semestre del 2021.
En seguridad, mientras López Obrador se ufana de que está pacificando al país, la realidad le explota en la cara al llegar al mayor número de homicidios y feminicidios de que se tenga memoria, llegando al término de los primeros seis meses de 2020 a 17,982 personas asesinadas en México, que representa casi 100 asesinatos diarios, rebasando los 17,653 registrados en todo el 2019, que hasta ahora se ostentaba como el año con mayor violencia en el país en el último cuarto de siglo.
En los primeros 18 meses del Gobierno de AMLO, asesinaron a más de 5,800 mujeres y 1,800 menores; y desde que tomó las riendas del gobierno, se denunció la desaparición de 63,523 personas (cifras al mes de Julio de 2020), de las que aún siguen sin aparecer 27,871 personas.
En materia de salud, somos el tercer país con más muertes en el mundo por coronavirus solo por debajo de Estados Unidos y Brasil con casi 50,000 muertos y estamos entre los 10 países que reportan más casos de COVID 19 en el orbe, siendo uno de los países que menos pruebas realiza.
La desesperación de los padres de familia para los niños con cáncer por la falta de medicinas estalló en esta semana teniendo que tomar las calles para ser atendidos, y los hospitales públicos no consultan a las personas que lamentablemente tienen otro tipo de enfermedades.
En lo político, el Presidente sigue empeñado en controlar el Instituto Nacional Electoral para manipular los procesos electorales venideros como ya lo hizo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos que pasa desapercibida por su falta de acción, y sigue empeñado en meter las manos en las elecciones intermedias del 2021, queriendo aparecer en alguna boleta con el pretexto de su revocación de mandato o su ilegal consulta para enjuiciar a los ex Presidentes, con el riesgo que esto implica.
El análisis puede llevar largas cuartillas más, el resultado será el mismo, dos años perdidos que tardaremos muchos años en recuperar, hoy por hoy, lo que debemos recuperar entre todos, es el rumbo del país; el desarrollo, la estabilidad, la paz, la salud pública y la consolidación democrática, sólo nosotros juntos podemos hacerlo, actuemos con responsabilidad en 2021.