Así pensamos los ciudadanos que tenemos la desgracia de vernos afectados por COVID19, dengue influenza, acto delictivo, inundación, levantón etc.
Si tienes la fortuna de vivir en Jalisco y te esmeras en evitar contagiarte de COVID19, debes preocuparte de no infectarte del dengue, pues nuestro Estado es líder en contagios y muertes por dengue, y si te cuidas de ambos debes hacerlo de la influenza, pero si de estos tres graves riesgos te salvas, debes ponerte muy listo para no ser víctima de la violencia, pues nuestro Estado es líder en narcofosas, ejecutados y desaparecido. Son tantas las desgracias que se han vuelto comunes, que debemos pedirle a Dios, ya que las autoridades fueron rebasadas por estas desgracias que sólo nos queda pedir que no nos alcancen.
No menos graves son las siguientes: Ya que si un día cualquiera tenemos la necesidad de transitar por Lòpez Mateos, Avenida Patria, Colón, Etc. y tenemos la mala fortuna de que nos sorprenda una tormenta y padecemos la inundación de nuestro carro, a batallar pues ni seguro y menos las autoridades se hacen responsable de pagar los daños.
Si tu negocio se incendia por razones ajenas a tu responsabilidad, te imponen multas exageradas y una serie de requisitos para la reapertura como si fuera la Planta Nuclear de Laguna Verde, algo que ni los mismos edificios públicos cumplen.
Si tienes la mala fortuna de que fallezca un familiar en un accidente o en algún acto violento de los que ocurren decenas a diario, en Ciencias Forenses tardan más de 72 horas en entregarte el cuerpo para darle sepultura, pues no se dan abasto los médicos legistas para realizar autopsias ante la cantidad de muertes que a diario suceden en la Zona Metropolitana.
Si te roban tu vehículo y tienes la suerte de que sea recuperado, debes realizar una serie de trámites que sacarían de Juicio al mismo Job, pues tienen que pasar semanas y hasta meses para recuperarlo, esto sin contar que tienen extensiones para dar informes en las que nunca contestan.
Por eso les digo, pobre del ciudadano que es víctima de la naturaleza, la violencia o la delincuencia, pues en seguida será víctima de la ineptitud y el despotismo de los burócratas quienes tienen la rara habilidad de hacer imposible el más sencillo tramite.
Una prueba que las desgracias no llegan solas, es la refundación y la cuarta transformación que nos confirma que estábamos mejor cuando nos decían que estábamos peor.