La compilación masiva de información puede enriquecer la inteligencia artificial, pero también puede comprometer la seguridad de los usuarios
La información personal y los datos biométricos como las huellas dactilares o imágenes de la retina tienen el potencial de convertirse en moneda de cambio en el futuro al poder comercializarse entre grandes empresas que almacenan este tipo de información.
Durante el 5to Foro Nacional de Transparencia y Datos Personales de Salud del XXV Congreso Internacional Avances en Medicina (CIAM) 2024, Sergio Juan Araiza Meza, experto en Seguridad Digital, explicó los riesgos que implica descuidar la información que las personas comparten en internet.
“Los datos biométricos son aquella información que nos asocia no sólo como un dato, sino como mi identidad única e irrepetible que es incapaz de ser duplicada y por el contrario, basado en los nuevos avances, ahora puede ser sujeta a alteraciones o secuestro de mi propia información”, alertó.
El especialista detalló que algunos de los datos biométricos son las huellas dactilares, la retina, la voz e incluso la información médica que se proporciona en procedimientos médicos; por lo que recalcó la importancia de cuidar esta información en instituciones de salud.
Explicó que los datos biométricos pueden compilarse de manera masiva, lo que ayuda a que esta información pueda ser analizada en conjunto por la Inteligencia Artificial para encontrar patrones o indicadores que influyan en estrategias o toma de decisiones.
“Los riesgos que esto nos trae no tienen que ver con el presente inmediato, tienen que ver más con el futuro, si hoy en día no reconocemos el valor de nuestros datos, va a ser muy difícil pelear por ellos dentro de unos cuantos años”, aseveró.
Sin embargo, señaló que compilar esta información también puede representar un riesgo, ya que con apoyo de herramientas tecnológicas es posible copiar estos datos o replicarlos, derivando en circunstancias como la falsificación de voz o de huellas dactilares.
“Ya estamos encontrando duplicación de voz y desafortunadamente los amigos de lo ajeno son los primeros en utilizar estas herramientas: hacen simulaciones con voces dando mensajes o solicitando ayuda”, mencionó.
Araiza Meza consideró que aunque existe normativa que regula el manejo de datos personales, aún es necesario fortalecer la ética de las y los profesionales que administran esta información y los mecanismos que determinan la protección de los datos biométricos.
Esta información se convierte en un elemento valioso para empresas que usan los datos personales para sus propósitos, por lo que el especialista recomendó ser cauto con quién se comparte la información personal para evitar compartir datos que comprometan a los usuarios.
“Los registros médicos son probablemente uno de los acervos más importantes que las grandes compañías de tecnología o los grandes jugadores de la inteligencia artificial buscan. No hay nada más valioso que entender los patrones de comportamiento de las personas”, puntualizó.